Un hombre castigó a su hija de 5 años por desperdiciar un rollo de papel de regalo para envolver, que era muy caro. El dinero estaba escaso y la niña lo había usado para decorar un caja y ponerla debajo del árbol de Navidad. Sin embargo, a la mañana siguiente, la niñita le trajo la caja de regalo y le dijo: Esto es para ti, papito.

Desde ese momento, el padre conservó la cajita junto a su cama, el resto de su vida. Y cuando estaba desanimado, se enfrentaba con problemas o simplemente necesita alimentar su alma con una sonrisa, abría la caja y tomaba un beso imaginario y recordaba el amor que la niña había puesto ahí.En la vida real, a cada uno de nosotros se nos ha dado una caja dorada llena de besos y amor incondicionales de nuestros hijos, familiares, amigos, etc. No hay posesión más valiosa que uno pueda tener.
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ahora te toca a ti! di.